Senderos de honor (Journey’s End)

Un joven oficial, Asa Butterfield (El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares) acaba de llegar a las trincheras de Francia para presentarse a su capitán y amigo, Sam Claflin (A la deriva) y poder combatir a su lado. El problema es que el hombre que conocía ha desaparecido por completo debido a la tensión y responsabilidad que se vive en el frente.

Pasable peli británica dirigida por Saul Dibb en 2017.

Ya sé porque no se hacen más pelis sobre la 1ª Guerra Mundial y es que si la mayor parte del tiempo estaban como estaban los protas en la de hoy, en fin, que mejor ver cualquier otra cosa que echen antes que comerse una de este estilo.

Vale que todas las guerras son estúpidas, pero la Primera, buff, estúpida es poco.

Ahora ya sé porque Sam Mendes se salió de lo habitual en su estupenda 1917, porque sabía que haciendo algo como lo de hoy, pues eso, que le iba a quedar un tostoncillo.

Si al ritmo que tiene la peli, la paranoia del capitán y que no hay casi un tiro en toda la historia hasta bien entrado el final, le añadimos que otro de los protas y compañero del capitán, Paul Bettany (Han Solo: Una historia de Star Wars) “desaparezca” de escena como un actor de relleno se tratase, provoca que todavía pienses más en ¿qué coño estoy haciendo viendo esto?.

Otra sobre esta guerra y que también tiene senderos, pero mucho mejor que la de hoy aunque su director también se piró de las trincheras como Sam, Senderos de gloria.

En el resto del reparto, el cocinero es Toby Jones, el tercer oficial veterano es Stephen Graham y el que estaba jodido por la guerra es Tom Sturridge.

Ciao!