Sólo nos queda bailar (Da cven vicekvet)

Un joven bailarín, Levan Gelbakhiani, de la Compañía Nacional de Danza de Georgia, tiene el sueño de poder bailar con los profesionales e ir por el mundo adelante. Para conseguirlo trabaja muy duro junto a su pareja de baile y novia. Todo se le complica al joven cuando un nuevo alumno llega a la compañía y demuestra que como mínimo tiene el mismo nivel que él.

Peli sueca de 2018 que para mi gusto es más lenta que Dios y muy sosa.

¡Ni puto caso!, a lo que digan los entendidos poniéndola por las nubes, porque ya os digo yo que no.

Esta peli parece un puñetero documental de lo cutre que es, lo que no me puedo explicar (como casi nunca) es qué coño vieron los entendidos en esta película.

De que es sueca porque me acabo de informar, porque si tengo que apostar por la forma de estar rodada juraría que era georgiana.

Mira que me gustan las pelis de bailes, pero es que ni eso tiene la de hoy, porque sí, bailar bailan, pero siempre el mismo puñetero bailecito de los huevos.

Y que no os quieran embaucar con el tema gay, porque salvo por el gilipollas de turno (que los hay en todos los sitios), nadie se mete con él por su orientación sexual.

Si sois de los que os gustan las castañas como La ciudad de las estrellas (La La Land) entonces no perderos esta sueca, si por el contrario queréis ver una en la que un muchacho también se lo curra de verdad para ser bailarín y que le da mil vueltas a esta, «Billy Elliot» es la que tenéis que ver.

En el reparto, por destacar a alguien, el rival es Bachi Valishvili y la novia es Ana Javakishvili.

Ciao!