007: Alta tensión (The Living Daylights)

James Bond, Timothy Dalton (Arma fatal) tiene que ir al Este de Europa para ayudar a escapar a un general soviético, Jeroen Krabbé (Transporter 3). Una vez consigue con éxito hacerlo y llevarlo a Inglaterra, es secuestrado. Lo único que le queda a Bond es seguir la pista de una mujer, Maryam D’abo (El retrato de Dorian Gray), relacionado con el general.

Décimo quinta película de esta saga dirigida por John Glen en 1987. Normalita, salvo las típicas escenas de Bond (la del principio y un par de ellas más) que suelen ser bastante entretenidas y espectaculares, en la de hoy poco de lo último, el resto de la historia bastante insulsa.

Tan insulsa es que tal como mencionaba en Octopussy, aquí Bond ya estaba en pleno apogeo de puritanismo rancio, y todo ese glamour que tenía con las mujeres en las otras películas, aquí brilla por su ausencia.

M está interpretado por Robert Brown, Q sigue siendo Desmond Llewelyn, Moneypenny esta vez está interpretada por Caroline Bliss, el ministro es Geoffrey Keen, el general soviético es John Rhys-Davies, el jefe del KGB es Walter Gotell, el líder de la resistencia afgana es Art Maliky el general traficante de armas es Joe Don Baker. El ayudante malísimo es Andreas Wisniewski y el compañero de Bond es Thomas Wheatley.

Sólo con esta, ya se me están sacando las ganas de ver una vez más la otra que hizo Timothy, Licencia para matar, pero habrá que hacer de tripas corazón, eso sí, no será hoy ni mañana.

Ciao!