Un abogado recién salido de Harvard, Michael B. Jordan (Creed II: La leyenda de Rocky, Red Tails) decide irse al estado de Alabama para intentar sacar del corredor de la muerte a presos condenados injustamente. En su trabajo contará con la ayuda de una amiga y activista local, Brie Larson (Vengadores: Endgame, Don Jon). Uno de sus primeros casos es sacar a un padre de familia, Jamie Foxx (Robin Hood 2018) encarcelado sólo por la confesión de un testigo.
Muy buena película dirigida por Destin Cretton en 2019 y basada en hechos reales.
Vale que este tema está muy trillado y hay la tira y alguna más pelis sobre ello, pero yo no me canso de verlas y de ponerme de mala hostia por los putos racistas blancos de mierda, y por la mierda de justicia del sistema yanqui.
¡Estamos hablando de unos hechos ocurridos en 1993!, ¡acojonante!. En cualquier época que ocurran estas injusticias es inaceptable, pero es que no hace ni 30 putos años, joder.
Ya lo vi hace poco de nuevo en Arde Mississippi en los 60 y en Marshall en los 40, que repito que es una puñetera locura esas injusticias, pero ¿en serio hace 30 años?. Me parece que los yankis se tienen que mirar el puto ombligo de una vez y limpiar toda la mierda e injusticia que hay en su sistema judicial.
Gracias a Dios que hay gente como estos protagonistas para intentar ponerle de nuevo la venda a la mujer justicia.
En el reparto, el «testigo» es Tim Blake Nelson, el reo ex militar al lado de Jamie es Rob Morgan y el joven es O’Shea Jackson Jr.. El fiscal es Rafe Spall.
Por supuesto…
Vayan a vela!
Ciao!
El cine de Rickydepor 