¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú (Dr. Strangelove, or How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb)

teléfono rojoUn general de una base aérea nuclear, está obsesionado con que los soviéticos los están envenenando por lo que decide enviar a sus aviones a la Unión Soviética y bombardearlos con las bombas nucleares que llevan en su interior. El presidente de los Estados Unidos, Peter Sellers (El nuevo caso del inspector Clouseau) reúne a la plana mayor del gobierno y el ejército para ver qué hacer. Uno de los generales allí presentes, George C. Scott (Patton), intentará asesorar al presidente con soluciones no muy pacíficas.

Debe ser la tercera vez que veo esta peli dirigida por Stanley Kubrick en 1964 en blanco y negro y me sigue pareciendo lo mismo que las otras veces, un peñazo de cuidado.

Ya sé que los entendidos la ponen por las nubes, ¡cómo no!, pero aquí al que os escribe, sacando la interpretación de George que está realmente simpática, el resto de la película se la pudo meter en el culo el bueno del Stanley.

Entre el metraje dentro del bombardero, ¡un puto tostón!, poco me faltó para sacar a mí el carnet de ayudante de ellos, porque te explican con pelos y señales todos los protocolos que tienen que hacer en el puto avión de las pelotas.

Luego, lo del doctor nazi que está asesorando al presidente, pues habrá a peña que le haga reír pero a mí ni puñetera gracia.

Lo único que sacas en claro del sistema utilizado en aquellos momentos por el ejército, es que no valía para nada, porque por lo demás os reitero que la peli no vale un carallo, por no hablar de la paliza de la musiquita cuando están en el avión.

Y hablando de avión, el comandante de la nave es Slim Pickens, uno de los integrantes es un joven James Earl Jones, el general chalado es Sterling Hayden y el embajador soviético es Peter Bull.

Ciao!