Un trasatlántico va a zarpar de ruta turística y el pianista, Rodrigo de la Serna (Cien años de perdón) resulta que es un estafador de tomo y lomo. Con su novia de compinche, buscan a su próximo objetivo y lo encuentran en un anciano panadero al que le han tocado 160 millones de euros. Sólo hay un problema, que su antiguo compañero de estafas, Luis Tosar (Plan de fuga, Mientras duermes) también está en el barco por lo mismo.
Peli de 2018 dirigida por Daniel Monzón que para mi gusto está pasable, sin más.
Ya veo que la comedia española sigue jodida y no hay manera de que mejore.
El Monzón no sé que narices quiso hacer, pero el barco hace aguas por todas partes: Siento decirlo, pero el Tosar para comedia me da que no vale o este director no supo sacarle provecho; 2º tanto rollito con los musicales se los pudo meter en un sitio que yo me sé; 3º salvo dos momentos que sí tienen algo de gracia, las dos horas de esta puñetera peli no tienen absolutamente nada con lo que reírse.
Y lo del reparto, pues mejor lo veis si queréis, pero cutre a más no poder, porque sacando a los dos protas, el resto na de na, es que ni se molestaron en poner a alguien conocido para hacer del anciano.
Y por cierto, si en comedia cero patatero, que se dejen de gilipolleces con las historias de amor porque son lamentables.
El anciano es un tal Joan Pera, la novia del prota es Stephanie Cayo y la señora que le gusta al anciano es Gloria Muñoz.
Si queréis ver algo bastante mejor que esta y española, La tribu es la vuestra.
¡Ah!, y mejor me callo lo que dicen los entendidos de esta peli de hoy, ¡de puta pena!.
Ciao!
El cine de Rickydepor 