Estamos en plena 2ª Guerra Mundial y doce soldados noruegos entrenados en Inglaterra vuelven a su país para sabotear a los nazis. Pero la misión sale mal y sólo escapa uno, Thomas Gullestad, teniendo que refugiarse donde puede. Los nazis creen que ha muerto congelado pero el jefe de la Gestapo en Noruega, Jonathan Rhys Meyers (La sombra de los otros, Misión imposible III) sospecha de que no es así, por lo que obligará a que sus soldados registren casa por casa hasta dar con él.
Peli noruega dirigida por Harald Zwart en 2017, que no está nada mal y lo mejor de todo es que está basada en hechos reales.
Al principio de la peli te informan de que parece increíble lo que le pasó al prota, bien, pues según va transcurriendo la historia os puedo asegurar que no daba crédito por todo lo que pasó ese hombre. Con deciros que me parece que exageran de carallo, queda dicho todo, aunque si sólo fue la mitad, ya es acojonante lo que le ocurrió.
El ser humano es capaz de lo mejor y de lo peor y aquí volvió a quedar demostrado. Siempre, repito siempre, traiciona a la peña uno de los tuyos, la historia se repite una y otra puñetera vez. Pero como también somos capaces de lo mejor, emociona ver como hay gente que arriesga sus propias vidas por ayudar al prójimo.
De pasarlas tan putas como el de la peli de hoy (o quizá un poco menos) en una guerra, la buenísima Lawrence de Arabia.
En la de hoy quedan reflejados ambos lados del bien y del mal, pero afortunadamente el director se centra en la bondad de los noruegos.
Del resto de personajes, por nombrar a alguien, a los hermanos del final que son Mads Sjøgård Pettersen, Marie Blokhus y Håkon T. Nielsen.
Destacar el papelón que hace el prota, no creo que tarden en lloverle ofertas para trabajar en Inglaterra o los Estados Unidos.
¡Por favor!, que sigan haciendo historias como esta de la 2ª Guerra Mundial.
Vayan a vela!
Ciao!
El cine de Rickydepor 