Sophie, Amanda Seyfried (Mil maneras de morder el polvo) va a reabrir el hotel que su difunta madre creó de la nada. A la vez, vemos a Donna de joven, Lily James (El instante más oscuro) cómo fue a parar a esa mágica isla griega y cómo conoció a los padres de Sophie.
Decididamente tengo un sexto sentido para las pelis. Por los tráileres vistos no me apetecía nada ver esta secuela de Mamma Mia!. No sé, había algo que me olía mal en esta película dirigida por Ol Parker en este año 2018.
¡Y no me extraña!, no me gustó un carallo, hasta me pareció mala. Todo demasiado colocado, los actores metidos a calzador, las canciones no valían para nada, tal es el asunto que la mayoría de las veces que quisieron hacer algo entretenido tuvieron que recurrir a las de la primera película.
Otro punto en su contra, es que cuentas con ver a Meryl y resulta que hasta el puñetero final de la peli (una de las de calzador) no sale.
Y lo del final con la abuela, Cher, también es de traca. De no aparecer en toda la peli y resulta que cuando sale es la protagonista absoluta (¡otro calzador de las pelotas!).
Me parece muy bien que nos quisieran mostrar la vida de Donna de joven, pero lo que no puede ser es que te veas obligado a tener que poner a los actores de la primera parte porque así salió lo que salió.
Bueno, pues en el reparto todos los de la primera: Los padres son Pierce Brosnan, Colin Firth y Stellan Skarsgard, estos de jóvenes son respectivamente, Jeremy Irvine, Hugh Skinner y Josh Dylan. Las amigas de Donna son Julie Walters y Christine Baranski, de jóvenes las interpretan respectivamente Alex Davies y Jessica Keenan Wynn. El marido de Sophie es Dominic Cooper y el director del hotel Andy García.
Ciao!
El cine de Rickydepor 