Un hombre, Hugh Jackman (Eddie el Águila, Acero puro) tiene la aspiración de convertirse en alguien importante para poder darle todo a su querida amada, Michelle Williams (Mi semana con Marilyn, Mamut). Para conseguirlo creará una especie de museo con objetos sorprendentes pero inanimados, lo que lleva a que el público no le preste atención. Pero sus pequeñas hijas le dan una idea, traer a gente rara y con habilidades y hacer un show que maraville a todo el mundo.
Película dirigida por Michael Gracey en 2017 que me sorprendió muy gratamente. Me pareció muy buena, con unas coreografías estupendas y unas mejores canciones.
Y que conste que no tenía muchas ganas de verla porque viendo los últimos musicales que se hicieron: Véase La, la land , Into the Woods o Walking on sunshine, pues qué queréis que os diga, que ni puñetera gracia me hacía ver otra igual.
Afortunadamente nunca llovió que no escampase y después de tantas castañas musicales, así como todo lo “pasable” visto en estas semanas, ¡por fin una buena!.
Sabía que Hugh cantaba bien, después de la todavía no vista “Los miserables”, pero hay que oírlo para creerlo, ¡un puto crack!.
Además de las canciones y bailes, la historia tiene un mensaje muy bueno. Si a todo esto, le añadimos que está basada en hechos reales, que el personaje este fue el que creó el circo Ringling Brothers, pues mejor que mejor.
Si no os llegó todo lo dicho, deciros que en el reparto tiene más actores conocidos y muy buenos: El socio del prota es Zac Efron, el ayudante es Eric Anderson, la trapecista es Zendaya, y la cantante europea es Rebecca Ferguson (por cierto muy bonita la canción que interpreta). En la troupe: La mujer barbuda es Keala Settle y el pequeño es Sam Humphrey. El crítico es Paul Sparks y el padre de Michelle es Fredic Lehne.
Como estas pelis cada vez son más rara avis…
Vayan a vela!
Ciao!
El cine de Rickydepor 