Una abogada criminalista, Virginie Efira (20 años no importan, En solitario) divorciada y con dos niñas pequeñas, lleva una vida totalmente desorganizada. Se pasa la mayoría del tiempo, entre un masajista, un psicoanalista y una mujer del tarot, aparte de atender a sus niñas de aquella manera. Al final decide contar con la ayuda de un joven al que defendió de tráfico de drogas, para que cuide a su familia y la casa. Cuando se creía que todo iba más o menos bien, ahora tiene que defender a un amigo por un supuesto apuñalamiento a su novia.
¿En serio esta película fue la más taquillera en nuestro país vecino, Francia?, ¡menuda castaña de las pelotas!.
Los gabachos fueron en tropel a verla por la parienta, que ya os dije en otras pelis que está muy, pero que muy rica.
Lo sabía el guionista, el director y la propia protagonista, que luce palmito en la peli, todo lo que puede y más.
Pero es que ni así vale pa tomar por culo, ¡qué lenta!, ¡ni puta gracia que hace!.
Estos gabachos ya vuelven a las andadas con el cine progre de los cojones. Y por lo que parece, les va el morbo de que la muchacha se líe con jovencitos.
El director de esta cosa es un tal Justine Triet y se hizo en 2016.
El joven ayudante es Vincent Lacoste y su cliente es Melvil Poupaud.
Ciao!
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