Un matrimonio, Eduard Fernández (1898. Los últimos de Filipinas) y Belén Rueda (El cuerpo), hacen una cena en su casa en la que invitan a sus amigos y sus respectivas parejas. Un taxista, Eduardo Noriega (Una pistola en cada mano) y su atractiva mujer, Dafne Fernández; un matrimonio compuesto por unos padres de familia que conviven con la madre de él, Ernesto Alterio y Juana Acosta y el último es un profesor de gimnasia, Pepón Nieto (Las brujas de Zugarramurdi). Cuando empiezan a cenar se les ocurre un juego, dejar los móviles encima de la mesa y leer en alto todos los mensajes que envíen, así como las llamadas. Al principio les parece divertido pero cuando empiezan a entrar los mensajes… la cosa cambia.
Penúltima película dirigida por el bueno de Álex de la Iglesia en el año 2017 que a mí me pareció muy buena.
Para estar durante más de hora y media casi sin moverse de la mesa y hablando todo el tiempo, dice mucho de este pedazo de director que es Álex.
Creo que sólo me quedan por ver de él, «Mi gran noche» y «Los crímenes de Oxford», tengo claro que las veré sí o sí, porque si algo tiene este hombre es que siempre me sorprende en sus películas. Aparte de hacerme reír un rato largo y de exprimir a sus actores hasta un punto que acaban encantándome todos ellos.
En la de hoy los papeles de los protas son fenomenales, me divertí mucho con la peli, los diálogos son buenísimos y con mucha chicha.
Si tengo que destacar a uno de los actores sería Ernesto, el tío lo clava, y cuando se cambia el móvil con Pepón, ¡sublime!.
En un pequeño papel haciendo de la hija de los anfitriones, Beatriz Olivares.
Que casi se me olvida, para el que no lo sepa es una versión de una peli italiana.
Vayan a vela!
Ciao!
El cine de Rickydepor 