Después de que Optimus Prime se fuese en Transformers: La era de la extinción en busca de su planeta natal, todos los transformers están en busca y captura, el único aliado que tienen los autobots es Cade, Mark Wahlberg (La tormenta perfecta, 2 Guns). Pero ahora parece ser que el planeta de los transformers, Cibertron, se dirige a la Tierra. El único que sabe como salvar a la Tierra es un conde, Anthony Hopkins (Noé), heredero de una larga saga que supo mantener el secreto de los transformers desde hace siglos.
Hoy tocó ir al cine con la familia para ver la última peli de esta saga dirigida por Michael Bay en este año 2017.
La verdad es que salí decepcionado, entiendo que los chavales lo van a pasar bien, al menos los míos así me lo dijeron, pero a parte de que se hace más larga que un día sin pan (esto ya dice algo bastante malo), la historia es un rollo que te cagas por la pata abajo.
Transformers salen la tira y alguno más, pero todas las escenas de acción son sin ton ni son; embarulladas, muchos gritos, explosiones a doquier, todo muy vistoso pero sin sentido alguno.
Evidentemente, si habéis visto las otras cuatro como yo y mis niños, pues no os va a quedar más narices que ir a verla, pero os recomiendo que os arméis de paciencia, porque os hará falta.
En el reparto, en un breve papel muy metido a calzador, John Turturro; Merlín es el bueno de Stanley Tucci, su descendiente en el presente es Laura Haddock, el rey Arturo es Liam Garrigan; el coronel ambiguo es Josh Duhamel, el compañero es Santiago Cabrera, la niña que acoge Mark es Isabela Moner (otro papel absurdo en la película) y el colega de Mark es Jerrod Carmichael (sin comentarios este papel…).
En fin, que una pena que esta saga tan maravillosa acabe de esta forma, aunque me parece que va a seguir, si es así pido por favor que la re-conduzcan.
Ciao!
El cine de Rickydepor 