Un ex alcohólico y ex convicto, Mel Gibson (Al límite, Los mercenarios 3) pasa el tiempo en su caravana y yendo a sesiones para ex alcohólicos, acordándose en todo momento de su hija desaparecida hace varios años. Su hija, Erin Moriarty (Los amos del barrio), acaba de meterse en un lío al disparar sin querer a su novio mafioso, Diego Luna (Elysium, Vampiros: Los muertos), por lo que sólo podrá contar con la ayuda de su padre que no ve desde hace mucho tiempo.
Normalita tirando a floja, te pasas toda la película esperando a que ocurra algo que te sorprenda, cosa que no sucede.
Eso por un lado, por otro, acción más bien poca por no decir nada. No sé si el problema fue mío que esperaba algo parecido a la muy buena Vacaciones en el infierno, pero me decepcionó bastante.
Además del rollito paterno filial, visto ya hasta la saciedad y que aquí su director, Jean-François Richet, erre que erre con el tema.
El padrino del Mel en las reuniones es William H. Macy, en pequeños papeles Michael Parks y Miguel Sandoval.
Una que vi hace poco en la que un papi también tiene que defender a su hijo y que está bastante mejor que esta, Una noche para sobrevivir.
Ciao!
El cine de Rickydepor 
Un comentario sobre “Blood Father”