El despertar de los dragones (Sha po lang II)

despertar dragonesUn policía encubierto de Hong Kong, Jing Wu (La momia: La tumba del emperador dragón), está en una red de tráfico de personas  y es descubierto, por lo que acaba siendo secuestrado y llevado a una cárcel de Thailandia. Una vez allí intentará  explicar en vano a los funcionarios de que es un policía, pero nadie le entiende. Uno de esos funcionarios, Tony Jaa (Ong-Bak, ) se encuentra desesperado para encontrar un donante de médula ósea para su pequeña hija que tiene leucemia, lo que no sabe es que ese nuevo preso  extranjero que acaba de llegar, es 100% compatible con su niña.

Pasable a secas, es obvio que vi esta peli porque salía el maestro Tony Jaa y aunque la historia y la película en si, está más decente que la mayoría que hizo (será porque es en sociedad con Hong Kong), te quedas con las ganas de ver más escenas de acción en las que salga Tony.

Es curioso que en su anterior peli, Thai Dragon 2: El protector comentaba que lo mejor que podía hacer era irse a Hong Kong… pues dicho y hecho, pero ahora que está allí, le recomendaría que las hiciese con más acción.

Además de que siguen con la puñetera manía de poner algún que otro cable en las escenas de peleas.

Pero como todo tiene su parte buena, en la de hoy fue descubrir a otros dos pedazo de maestros del Kung Fu como son el otro prota, Jing Wu y el que hace del alcaide de la cárcel, Jin Zhang. ¡Una maravilla ver cómo se mueven estos tíos!.

No entiendo al director y al guionista en la escena del infiltrado, si ya nos dicen que lo es, ¿a qué coño viene que nos muestren con todo detalle toda la historia de la infiltración?, ¡un peñazo que te cagas que no viene a cuento!.

Por no hablar de la escena del aeropuerto, ¡una gilipollez total!, tiros para dar y tomar y resulta que no le dan a casi nadie, para que luego el jefe de los polis, Simon Yan, en la toma final de esa escena le meta un tiro entre ceja y ceja a uno de los malos…

Lo que vale muy mucho la pena ver es la escena final entre los tres maestros, ¡espectacular!.  Aunque para mi gusto la forma de morir  del malo no fue digna de esa pelea.

Ciao!