Faltan un par de años para las olimpiadas de 1924, un corredor escocés, Ian Charleson, y otro inglés, Ben Cross (Invicto 2, El primer caballero) son los más rápidos del país. Ambos compiten entre sí para ver quien es el más rápido, pero su sueño es llegar a las olimpiadas de París y ganar la medalla de oro.
Aunque parezca mentira, nunca había visto esta peli del año 81 dirigida por Hugh Hudson. Todo el mundo la recuerda por la banda sonora de Vangelis y no me extraña, porque sinceramente y a pesar de que a alguien le moleste, la película es bastante normalita.
Para mi sorpresa, resulta que esas notas tan famosas que tiene esta historia salen nada más empezar la película y luego en todo el metraje ya no vuelven a salir, ¡menuda mierda!.
Cuando la estaba viendo, intenté hacer memoria de películas sobre atletas y no me vino ninguna a la cabeza, salvo la de Invencible, película sobre un atleta que cuando estalla la 2ª Guerra Mundial lo tiene que dejar. Por lo demás, no recuerdo otra.
Del reparto, hasta en eso no destaca. De los más conocidos, el que hace de entrenador de Ben Cross, Ian Holm (El quinto elemento), su novia está interpretada por Alice Krige y el corredor norteamericano es Brad Davis.
Es que ni las carreras son emocionantes, no sé si es por culpa de la dirección o porque no había más ideas, pero la peli es muy plana.
Otra cosa que me tocó mucho las narices fue la historia del escocés y el rollito de sus creencias. El director se metió en un berenjenal con eso y ya no salió hasta que acabó la película. Lo pudo meter en su sitio que yo me sé.
Ciao!
El cine de Rickydepor 