Los últimos caballeros (The Last Knights)

Estamos en un mundo donde los caballeros velan por la seguridad del reino de sus señores; Un conde, Morgan Freeman (Million dollar baby, Invictus), se opone a pagar el soborno que su rey le quiere imponer a través de su mano derecha, Aksel Hennie (Headhunters). A causa de eso es juzgado y condenado a muerte, cuando su caballero, Clive Owen (Agente doble, Sólo ellos) se revela a tal sentencia, el rey le obliga a que sea él mismo el que ejecute a su señor.

Pasable, podía estar mucho mejor de lo que está. La trama no está nada mal, pero la historia se hace muy pesada y por consiguiente, eterna.

Lo del destierro de los caballeros y como nos muestran sus vidas posteriores se deja ver, pero me pareció excesivo el tiempo que pasa Clive pasando las penurias que pasó, para resolverse todo al final de la peli. Por no hablar de Aksel, ¡qué pesado el tío, menudo palizas con el Clive!, soy su ayudante y ¡lo mato!.

¿Habéis visto la peli de Will Smith “En busca de la felicidad”?, pues lo mismo, si os acordáis, el Will se pasaba toda le peli pasándolas putas con su hijo y cuando por fin le sonríe la suerte, se acaba la peli. O la de Kevin Costner, “Revenge” donde la Madeline Stowe agonizaba para al final acabar como acabó.

En el reparto, el amigo de Clive es Cliff Curtis, el emperador está interpretado por Peyman Moaadi y también trabaja Shohreh Aghdashloo.

De este tipo de cine de caballeros y honor,  una que me encantó casualmente está protagonizada también por Clive, El rey Arturo.

Ciao!