A una mujer, Kristen Bell (Veronica Mars, Una aventura extraordinaria) le ofrecen un trabajo en Los Ángeles y su novio, Dax Shepard (El juez) se ofrece a llevarla. El problema es que su querido novio está en protección de testigos y el ex de su novia, Michael Rosenbaum (La maldición) cuando se entera quién era en su vida anterior, le da la información al delincuente, Bradley Cooper (El francotirador) que iba tras él.
Otra más, y van… floja a más no poder, sin humor, de romance no tiene nada, vamos, que mejor pasar de esto.
Nada más empezar la escena del agente de policía que custodia al novio, ya me mostró por donde iban a ir los tiros. ¡Menuda gilipollez!, ¿pero quién se va a creer semejante cosa, un policía pegando tiros a un coche vacío?, ¡por favor!, a mí ni puta gracia que me hizo. Vamos a ver, vale que hay agentes garrulos pero tanto, tanto…
Tiene otra escena la cosa esta, que ya he visto más de una vez y que me repatea un huevo, es la siguiente: Una persecución de coches, el prota nos dice que fue piloto y va en un Ferrari, lo persiguen los malos en un coche familiar y….. ¡no tiene manera de despistarlos!, ji,ji,ji ¡qué simpáticos son estos yankis y qué fanatismo con sus todo poderosos coches nacionales!.
El parvo que hace de supuesto agente, es Tom Arnold (que por cierto menudo doblaje de mierda y que voz más estridente del que lo dobla), el padre del prota es Beau Bridges y la jefa de Kristen es Kristin Chenoweth.
Ciao!