La leyenda de la ciudad sin nombre (Paint your Wagon)

En plena fiebre del oro en el oeste americano, en un río cualquiera, un veterano y borracho empedernido, Lee Marvin (Doce del patíbulo) salva la vida de un hombre, Clint Eastwood (Fuga de Alcatraz, Gran Torino) que acaba de tener un accidente con su carromato. Ambos se hacen “socios” y juntos empiezan a buscar el preciado mineral. En el pueblo en el que viven se permite de todo, no hay ninguna ley escrita y cualquier cosa puede pasar. La última, es que el veterano, en pleno estado de embriaguez, compra a una mujer, Jean Seberg, para casarse con ella. Los tres llevarán una vida muy agradable hasta que unos puritanos son acogidos en su casa.

Peli musical que he visto unas cuantas veces y que sigue estando bastante entretenida. Tiene algunos momentos buenos de verdad, sobre todo con el fenomenal Lee cuando está borracho.

Las canciones no es que sean una maravilla, pero ver cantar a Lee y especialmente a Clint, que queréis que os diga, no se ve todos los días.

Lo que me parece fascinante para la época en la que se hizo la peli, 1969, es que el tema de los dos protas con la mujer, telita, telita con él. No sé cómo no la censuraron los puñeteros hipócritas yankis.

Y hablando de la mujer, hermosa, pero hermosa de verdad.

Del resto de los actores, pocos conocidos, entre los más destacados Harve Presnell haciendo del dueño del prostíbulo y Ray Walston.

Memorable también la escena final con el toro, digna de ver. Si no sabíais de ella, creo que al menos deberíais verla una vez.

Ciao!

Sunshine

En un futuro no muy lejano, nuestro Sol se está apagando y sumiendo a la Tierra en una glaciación sin retorno. Para intentar reactivarlo, unos astronautas van hacia nuestra estrella, para lanzarle una bomba creada por un científico sobresaliente, Cillian Murphy (Trascendence, Luces rojas), que es uno más de la tripulación. Pero el camino es muy largo, y la convivencia entre todos ellos no es nada fácil.

Tostoncillo de cuidado, a su director, Danny Boyle, se le fue la pinza un poco y nos ha servido un peñazo de mil pares de narices.

Sin ritmo alguno, ni tensión, ni na de na. Lo único que ves es un gran hermano a lo astronauta, con unas dosis de final gilipuertas que te hace mentar a la madre que los parió, tanto la del director como las de sus protagonistas.

Desde luego hay un sexto sentido, lo digo porque el cine de ciencia ficción me gusta mucho y esta fue una peli que en su día, ni posteriormente pasados los años, me apetecía ver, ¡ahora  ya sé por qué!

Los susodichos astronautas son además del prota: Chris Evans, Michelle Yeoh, Cliff Curtis, Rose Byrne , Hiroyuki Sanada, Benedict Wong y Troy Garity,  en un pequeño papel interpretando al capitán de la primera misión, Mark Strong.

Aunque como hay gente ¡pa to!, si os gustó esta, no podéis perderos Solaris.

Ciao!