En plena fiebre del oro en el oeste americano, en un río cualquiera, un veterano y borracho empedernido, Lee Marvin (Doce del patíbulo) salva la vida de un hombre, Clint Eastwood (Fuga de Alcatraz, Gran Torino) que acaba de tener un accidente con su carromato. Ambos se hacen “socios” y juntos empiezan a buscar el preciado mineral. En el pueblo en el que viven se permite de todo, no hay ninguna ley escrita y cualquier cosa puede pasar. La última, es que el veterano, en pleno estado de embriaguez, compra a una mujer, Jean Seberg, para casarse con ella. Los tres llevarán una vida muy agradable hasta que unos puritanos son acogidos en su casa.
Peli musical que he visto unas cuantas veces y que sigue estando bastante entretenida. Tiene algunos momentos buenos de verdad, sobre todo con el fenomenal Lee cuando está borracho.
Las canciones no es que sean una maravilla, pero ver cantar a Lee y especialmente a Clint, que queréis que os diga, no se ve todos los días.
Lo que me parece fascinante para la época en la que se hizo la peli, 1969, es que el tema de los dos protas con la mujer, telita, telita con él. No sé cómo no la censuraron los puñeteros hipócritas yankis.
Y hablando de la mujer, hermosa, pero hermosa de verdad.
Del resto de los actores, pocos conocidos, entre los más destacados Harve Presnell haciendo del dueño del prostíbulo y Ray Walston.
Memorable también la escena final con el toro, digna de ver. Si no sabíais de ella, creo que al menos deberíais verla una vez.
Ciao!