Una mujer, Catherine Frot, va a una entrevista de trabajo para ser cocinera en el gobierno francés pero lo que no sabe es que es para ser la cocinera particular del presidente de la república. Unos años más tarde se encuentra de cocinera en la Antártida y una reportera, quiere saber cuál es el motivo de estar allí y el porqué de haber abandonado la cocina del Elíseo.
¡Una carallada, gabacha total!, plana a más no poder. Es como si estuvieses viendo un anuncio cualquiera y que te pasase por delante sin pena ni gloria.
La historia no tiene absolutamente nada, ni emoción, gracia, drama… nada de nada. No entiendo qué coño quisieron hacer nuestros vecinos con esta peli. Porque ni viendo los platos que hacía, te entraba el apetito.
La única persona que conocía del reparto, la reportera, Arly Jover (Vampiros: Los muertos). Por citar a un actor, el ayudante repostero, Arthur Dupont. ¡Hasta en esto es mala la peli, que no tiene ningún actor conocido!.
Para pelis de cocina, desde la última vista, Chef, en ella tenéis unas cuantas y por supuesto mejores que esta sin tener que echarle condimento alguno.
Ciao!
El cine de Rickydepor 