Le seguían llamando Trinidad (…continuavano a chiamarlo Trinità)

Trinidad, Terence Hill (Quien tiene un amigo tiene un tesoro) se encuentra con su querido hermano, Bud Spencer (Dos súper policías) en la casa de sus padres, pero éste todavía sigue enfadado por lo que ocurrió en su última aventura (ver Le llamaban Trinidad). Sus padres le obligan a que le enseñe el oficio de cuatrero pero cuando llegan a un pequeño pueblo para empezar, les toman por unos agentes del gobierno.

Secuela realizada en 1971 que aunque es más de lo mismo que la anterior, te sigue haciendo reír, e incluso hay unas cuantas escenas que todavía más.

A algunos os podrá parecer que volver a ver lo mismo es un poco pesado, pero es que el hacer reír es tan difícil que prefiero ir sobre seguro con estos dos fenómenos, que arriesgarme con otro tipo de «comedia» y me refiero a las actuales yankis, por ejemplo, que el 99% no valen ni pa tomar por culo.

Si estos motivos no os son suficientes para verla, hacerme caso aunque sea sólo por un par de escenas memorables que ocurren en el saloon. Cuando Terence va a empezar a jugar a las cartas y cuando hace el duelo, repito ¡memorables y buenísimas!.

Vayan a vela!

Ciao!