Máxima condena (Maximum Conviction)

Dos ex-marines, Steven Seagal (Machete, Decisión crítica) y Steve Austin (El clan de los rompehuesos, La isla de los condenados), están al cargo de desmantelar una cárcel secreta. Cuando ya están acabando, les llegan dos reas que los meterán en muchos problemas.

No tenía ni idea de quién trabajaba ni de que iba, pero cuando vi que salía Steven me dije ¡castañita que te crió!.

Al principio la cosa pintaba a algo normal tirando a flojo, pero una vez vista la primera cantada… ¡se jodió! y a partir de ahí al director y compañía se les fue la pinza para hacer otra castaña digna de Steven (sus pelis nunca fueron buenas, pero valían la pena por las hostias que daba, pero es que ahora… pobre chaval).

Sólo voy a contar un detalle: Vamos a ver, si te están disparando y tú no tienes un arma y da la puta casualidad que puedes coger una… ¿por qué coño no la coges?, ¡de puta pena!. Ah, y la cárcel debía de ser de grande de Coruña a Santiago porque no daban llegado nunca a los sitios.

Lo único bueno de ver estas castañas es que luego aprecias mejor las películas decentes, ya no digo buenas, sólo decentes.

Ciao!

El arte de amar (L’art d’aimer)

En el París actual, las parejas que empiezan a enamorarse escuchan una música celestial. Desde ese momento veremos las diferentes relaciones de parejas y sus resultados.

¡Gabachada total!, no es de las peores pero en líneas generales es normalita. Está dirigida por Emmanuel Mouret en 2011.

No sé que puñetera manía tienen nuestros vecinos, de tener al  narrador toda la puñetera peli contándonos lo que ya estamos viendo, de verdad que no lo entiendo, o muy cortitos son ellos o muy listos nosotros.

Si la podéis ver en un canal en abierto mejor, porque pagar por esto… va a ser mejor que lo invirtáis en un buen vino.

De todos los actores que salen en esta peli el más conocido es François Cluzet (Intocable, París).

Mira que le van a los franchutes hacer pelis con la tira de personajes y parejas, mostrándonos todas sus virtudes y miserias. Haciendo memoria de las últimas vistas: «Pequeñas mentiras sin importancia», la mencionada de «París», y la de hoy, curiosamente en todas ellas trabaja Cluzet.

Ciao!

Step up revolution

stepEl líder, Ryan Guzman, de un grupo de jóvenes llamados «The Mob», que se dedican a bailar en las calles para competir por un premio, conoce a una chica, Kathryn McCormick, que resulta ser la hija del hombre que quiere destruir su barrio.

Vamos a ver, para que te guste esta peli te tiene que gustar el baile sino pasa de ella, porque la historia en sí es más de lo mismo: Jóvenes que se ponen a bailar por conseguir un propósito, en donde todo es chachi piruli, el chico-chica se enamoran, luego se enfadan para al final volver juntitos, etc, etc.

Desde ese punto de vista creo que queda claro ¿no?. Bien, pero si eres de los míos y alucinas como se mueve la peña, no te la puedes perder. Da gusto ver a estos chavales bailar como bailan.

La escena donde todos van de traje es el no va más, me recordó al maestro de todos… por supuesto estoy hablando de, Michael Jackson.

El único conocido es el papi de la prota, Peter Gallagher.

Lo que no deja de sorprenderme en las pelis rodadas en las playas de Miami o Los Ángeles, es que me pregunto si pondrán controles para que los gordos no pasen y sólo lo hagan las tías y tios buenos, porque me parece increíble que en el país del mundo donde más gordos hay, no se vea ni al primero.

BreakinDe las primeras pelis en plan callejero bailando de maravilla, Breakdance es la que tenéis que ver primero.

Lo dicho, si te va la música y las coreografías…

Vayan a vela!

Ciao!