El fantasma de la ópera (Andrew Lloyd Webber’s The Phantom of the Opera)

A finales del siglo XIX, en la ópera de París se va a estrenar una nueva actuación. En uno de los ensayos la actriz principal, Minnie Driver (Una mamá en apuros) deja la actuación y una de las figurantes, Emmy Rossum (El día de mañana, Poseidón) toma el protagonismo. Lo que no sabe es que alguien misterioso, Gerard Butler (Un ciudadano ejemplar, Persiguiendo Mavericks)  y temido por todos, la está observando.

Antes de nada decir que los musicales en general me gustan, evidentemente este es un musical, pero tengo que reconocer que se hace un poquito pesado de más.

Le comentaba el otro día a un amigo que me apetecía ver «Los miserables» y el me contestó que era un peñazo porque era toda cantada. Bien, pues esta no le va a la zaga, menos dos frases contadas, tooooda la peli es cantada.

El problema que le veo a este tipo de cine, es que si las canciones no tienen ritmo (como es el caso) y coreografía cero patatero, pues que queréis que os diga… que hay que tener muchos huevos para tragarse esta pinícula.

La dirigió Joel Schumacher (Bajo amenaza) en el 2004 y cuenta este musical con otros actores también conocidos como Patrick Wilson, Miranda Richardson, Ciarán Hinds, Simon Callow y Kevin McNally entre los que conozca.

Lo que sí hay que reconocerle de bueno a esta peli son los decorados y algo que siempre me fascinó de los actores, es esa variedad de registro que tienen y que sean capaces de cantar tan bien como lo hacen aquí los protas.

Ciao!