Jerry Maguire, Tom Cruise (Al filo del mañana, Misión imposible: Protocolo fantasma), es uno de los mejores agentes deportivos que tiene la empresa SMI, todo le va de las mil maravillas hasta que prescinden de él por motivo de un memorándum que escribió. Desesperado, hace un último intento para quedarse con sus representados, pero sólo uno, Cuba Gooding Jr. (Red Tails, Mentiras e ilusiones), responderá a su petición.
¡Buenísima!, desde que la vi en su día, 1996, no me coincidió volver a verla. La tenía en la memoria como una gran peli de Tom y sigue siéndolo. Los personajes son geniales, tanto los de los protagonistas, como el de la secretaria de Tom, Renée Zellweger (Chicago).
La peli tiene un poco de todo, desde drama, pasando por la intriga de qué va a ser de ellos, romanticismo… pero sobre todo comedia. El personaje del hijo de Renée es simpatiquísimo.
Haciendo de hermana de Renée, Bonnie Hunt; la novia de Tom, es Kelly Preston; la mujer de Cuba es Regina King; el competidor de Tom es Jay Mohr y la súper estrella que quiere contratar es Jerry O’Connell.
Ya se pueden poner como quieran las entendidos, que está genial. Ya es mítica la escena de «Show me the money» o en español «Enséñame la pasta». A Cuba le dieron el Oscar merecidísimo, pero como casi siempre, Tom se lo tenía que llevar de calle, pero claro está, es Tom y como dijo hace poco Santiago Segura a Antonio Banderas, «¡Qué se joda!».
Vayan a vela!
Ciao!